La viña cubre 160 hectáreas en el valle de Colchagua y más precisamente en Apalta. El suelo en este lugar es muy particular, debido a que está formado de arena granítica en la superficie y un subsuelo de arcilla que oscila entre 1,50 y 2 metros de profundidad. Todo esto permite una mejor alimentación hídrica reteniendo las precipitaciones primaverales, para el seco y caluroso verano, cuyas temperaturas ascienden a los 35°C durante el día y descienden a los 15ºC de noche.
Presenta desde un rojo oscuro a matices tirados a violeta, notas del arándano, la notas de vainilla, de regaliz, este vino es redondo con taninos agradables y una gran persistencia aromática.
Este vino se puede disfrutar con carnes al jugo, pescados grasos o de agua dulce, pastas, ensaladas o quesos levemente maduros y en general platos simples.